domingo, 16 de enero de 2011

40 MILLONES DE ADOLESCENTES CIUDADANOS

Ana María Segovia

Decía hace poco un paisano tras la muerte de un niño arrastrado por la riada de un arroyo, que "es que los caminos no tienen puentes", es decir, que "alguien" debería hacer un puente en cada uno de los arroyos de este país para evitarnos riesgos. También los vecinos a los que se les han inundado sus casas por las crecidas de ríos dicen que "alguien" debió decirles que allí no se podía construir. Los afectados por la estafa de Afinsa pedían que el Estado les devolviera el dinero que ellos en su afán de cobrar más habían invertido en juegos poco seguros. Los ciudadanos que ven cómo embargan sus casas después de haberse hipotecado irresponsablemente, se quejan de la especulación y de que los intereses tan bajos les han llevado a esta situación. Los empresarios españoles que han amasado fortunas con la corrupción, especulación y arruinando empresas dicen que han perdido sus negocios por culpa del Gobierno. Cuando las jóvenes se quedan embarazadas sin desearlo se habla de que las instituciones no les informan. Los honrados padres de este país dejaron que sus hijos abandonaran la formación para trabajar en puestos temporales y no cualificados y ahora están en paro.

Es decir, los españoles no sabemos si debemos o no cruzar un arroyo con una fuerte corriente, o si es seguro hacer una casa en la ribera de un río, o si es conveniente invertir nuestro dinero en negocios oscuros, o si debemos hipotecarnos hasta los ojos, o si tenemos que ser empresarios honrados, o si debemos o no usar preservativo y, por supuesto, nosotros, los padres de familia de España, no podemos saber si es bueno que nuestros hijos estudien y se formen para que tengan un futuro mejor.

Evidentemente, somos ciudadanos adolescentes sin ninguna responsabilidad de nuestros actos.

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