jueves, 26 de noviembre de 2009

PREMIO A LA LUCHA POR LOS BORDILLOS

El ayuntamiento homenajeó ayer la labor de las asociaciones vecinales y de las agrupaciones sociales de El Rabal por el trabajo realizado durante el último año encaminado a mejorar el bienestar de sus habitantes.

Las asociaciones vecinales y las agrupaciones sociales han sido los que han construido la ciudad, gracias a su labor, sus reivindicaciones y sus fiestas. Con este convencimiento, la Junta Municipal del Distrito de El Rabal rindió ayer un homenaje al tejido asociativo que desarrolla su actividad en la zona, como reconocimiento y agradecimiento a su labor durante el último año en un acto, organizado bajo la denominación de El Rabal se mueve.

La presidenta de la junta municipal y concejala, Lola Ranera, aprovechó el acto para explicar en su discurso una historia de amor. En ella, relató la vida de dos enamorados. Por un lado, "uno muy guapo y apuesto que maduró en el año 2008", en referencia a su distrito, del cual indicó que ha sido "hijo de familia obrera, reivindicativo, progre, próspero y participativo". Por el otro lado, su amante múltiple simbolizando a todos los vecinos del distrito, "los de toda la vida y los que acaban de llegar". Además, precisó que su pareja predilecta son los líderes vecinales, "por lograr que el distrito sea el de más futuro de la ciudad" y que el suyo no es un amor platónico "sino uno totalmente pasional".

Es la primera ocasión en que se organiza un acto de esta naturaleza en el distrito, dedicado a reconocer la labor realizada en los últimos años por las asociaciones vecinales para lograr progreso y bienestar, algo que ensalzó la concejala "Creemos firmemente que el asociacionismo es un instrumento de participación democrática fundamental, de primer orden, y reconocimientos como este suponen la prueba fehaciente de nuestro agradecimiento a todas esas personas que están detrás y que desinteresadamente prestan su tiempo y esfuerzo", destacó Ranera.

Trabajo voluntario

Una de las asociaciones que recibió ayer su placa de homenaje fue la Asociación de Vecinos Tío Jorge del barrio del Arrabal. Su presidente, Rafael Tejedor, se mostró muy contento por el galardón, que recibieron por sorpresa. "Es una satisfacción doble porque por un lado reconoce el trabajo que hacemos desde las asociaciones y por otro lado, es una forma de poner de manifiesto la labor de los voluntarios que trabajan en las mismas, día tras día, para lograr mejoras en los distintos barrios", indicó.

El espíritu asociativo fue el que presidió el acto de entrega de placas conmemorativas y el que ha logrado modificaciones importantes en los proyectos de la ciudad, como en el recién inaugurado Balcón de San Lázaro, y el que pelea incluso para lograr cambiar un bordillo. Muy presente tuvo el vicealcalde y consejero de Presidencia y Acción Social, Fernando Gimeno, esta fuerza cuando alabó su tarea indicando que el tejido asociativo "pese a que no se ve, es lo que funciona como el colchón que sostiene los problemas de la ciudad".




Premio a la lucha por los bordillos ( El Periódico de Aragón - 26/11/2009 )

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