Tiran una farola del Parque del Gállego
Cámaras de seguridad para evitar más actos vandálicos. Es la medida propuesta de nuevo ayer por el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, para disminuir los destrozos y las conductas incívicas en el Corredor Verde del barrio Oliver. Al igual que el pasado mes de mayo, cuando aparecieron pintadas sobre una recién estrenada pasarela del Voluntariado, Belloch volvió a recurrir a la instalación de cámaras de videovigilancia y a la «represión» como medida más efectiva para acabar con el gamberrismo. Pero no lo hizo entonces y difícilmente podrá cumplir su palabra ahora. La vulneración de los derechos de la intimidad de las personas se contrapone a la obligación de vigilar los equipamientos públicos y son numerosas las sentencias que dan la razón a los primeros en detrimento de la videovigilancia. Belloch afirmó que la instalación de estos dispositivos «sería complementaria al trabajo de la Policía» y a la hora de su ubicación se cuidaría de que no invadieran la intimidad. No explicó cómo.
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