Aragón cerró el primer trimestre de este año con 99.600 desempleados, según confirmó la Encuesta de Población Activa (EPA). Un dato que se acerca peligrosamente a las 100.000 personas que quieren trabajar en la comunidad y no pueden. "Un techo que nadie pensaba que íbamos a superar y que ya está aquí", reconoce con pesar el presidente de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA). Un número redondo que no gusta a nadie. El resultante de un escenario de crisis económica que llegó a la comunidad aragonesa con retraso respecto al resto de España, pero que ha tenido también efectos nefastos. El escenario en el que se desarrollarán las manifestaciones del Primero de Mayo.
Los pésimos datos del paro pesarán como una losa en los actos que discurrirán por nuestras calles. Las centrales mayoritarias, UGT y Comisiones Obreras, liderarán las movilizaciones con el lema "Por el empleo con derechos y la garantía de nuestras pensiones". Enemigos de retrasar la jubilación a los 67 años, sacarán pancartas que hablarán de un tema que, en realidad, el propio Gobierno de Rodríguez Zapatero ha dejado morir.
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